domingo, 10 de junio de 2012

Fadir Delgado presenta su libro

El último gesto del pez 




 Entrada libre 

La editorial Caza de libros publicó la obra El último gesto del pez, de la poeta barranquillera Fadir Delgado Acosta dentro de su colección: Poetas del Siglo XXI, el cual estará presentado el viernes 15 de junio a la las 7:00 p.m en el Auditorio Mario Santo Domingo del antiguo edificio de la Aduana. 

Fadir Delgado es autora de libro La Casa de Hierro. Ha sido invitada a encuentros culturales en distintas ciudades de Colombia y en países como Canadá, Francia, Venezuela, Ecuador y Cuba. Ganó una convocatoria internacional de la Oficina de Juventudes de Quebec que le permitió participar en un intercambio cultural en esta Provincia. Se ha desempeñado como orientadora literaria a nivel nacional e internacional. Actualmente está invitada al 22 Festival Internacional de Poesía de Medellín como poeta y tallerista. El libro, recoge entre sus páginas una mirada a la condición humana a partir de la metáfora del pez.

 Acude a lo mítico, a lo urbano para nombrar una ciudad, sus lugares y sus espacios poéticos. El último gesto del pez, tiene prologo del escritor venezolano, Carlos Angulo quien escribe: «Este libro lleva calles en la espalda, como racimos de peces, donde “se duerme para no verse morir”, se está y no, porque nadie sabe cuándo los peces beben agua o las ciudades desamparan». 




1 comentario:

  1. Me considero escritor. Qué tan bueno sea no lo sé, aunque reconozco que no tan malo como algunos que han tenido la suerte de publicar algún libro que me ha herido el alma al pensar en la cantidad de plantas que hubieran tenido un mejor destino proveyendo de oxígeno o donando sus frutos a animales hambrientos. Lo que quiero decir Fadir, es que como escritor sé que las ideas se maduran en la reflexión solitaria y al escucharte leer tus poemas de El Último Gesto del Pez se gestó esta apreciación que a continuación expresaré y que ni con el compás de espera que dio Iriarte pude desenvolver y opté por sólo hacer la pregunta que hice, pues también surgió esa inquietud en el momento.
    Ese último gesto me parece el de un pez que ha salido de la pecera, porque en ella se siente fuera de su ambiente natural; es un gesto desesperado por agua, pero no el agua sucia que corre debajo en las alcantarillas ni el agua de la efímera lluvia que al poco rato desaparecerá de su piel. Tampoco es el agua de un río de aguas turbias mezcladas con sangre ni la del mar en que este río tributa. Este pez quiere una laguna en donde el sol y la luna se reflejen limpiamente. Este pez saltó de la pecera para confirmar desde afuera lo que estando adentro intuía: que la vida de los peces de pecera es absurda y vana, sólo que se quedó sin agua y con el sueño de la laguna, porque al saltar se encontró atrapado en algo peor que una pecera: cayó en una telaraña.
    Así pues, apreciada poetisa, dejo planteado lo que inferí luego de pensar reposadamente en tu obra.
    Para finalizar del todo, tu libro no es un desperdicio de plantas, han sido muy bien aprovechadas.

    Domingo José Bolívar Peralta.

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